domingo, 16 de septiembre de 2012

Reseña "Instinto de superviviente" Darío Vilas


El apocalipsis zombi coge a un hombre maduro y un niño en el sótano de un edificio. El hombre, Andrés, es el conserje y Damián es un niño al que Andrés ha recogido a las puertas de su colegio. De forma paralela también se cuenta la historia de Marga, una mujer que escapa de los muertos vivientes junto a su novio.

Es la historia de unos supervivientes, es el relato de unos “seres humanos” que escapan del repentino inicio de una epidemia que convierte a las personas en muertos vivientes. Andrés y Damián escapan hacía la playa y Marga lo hace hacía la casa de su novio alejada de la ciudad. Pero no nos engañemos, lo que estamos a punto de disfrutar no es una historia convencional, no hay nada cotidiano o reconocible de tantas películas o novelas acerca de los muertos vivientes.


Personajes Principales:

Andrés. Un hombre que vive buscando el que podría ser su hijo, años después de que su mujer, Isabel, le abandone estando embarazada. Un hombre solitario, un héroe que trata de salvar a un niño y llevarlo a lo que él cree la salvación. Un “John Wayne” que viaja por las “estepas” en pos de proteger a ese niño. Podría ser todo esto, podría ser el típico héroe de película sino fuera porque desde el principio hay algo que no llegamos a explicar. Desde el comienzo algo no encaja y gracias a las pequeñas dosis con las que nos salpica Darío a lo largo de toda la trama no es extraño sentir esa desazón.

Damián. Un niño que se convierte en adulto a fuerza de enfrentarse al terror. En el inicio se nos muestra como un niño mohíno, bobo, el primer pensamiento que nos embarga al conocerle es que en cuanto salga a la calle se lo van a merendar. Nada más lejos de la realidad. Va creciendo, evolucionando, despertando de su letargo para convertirse en alguien fundamental. Su evolución esta muy bien labrada, podría decirse que es un personaje que de la nada se transforma en el todo.

Marga. Personalmente, el personaje más profundo y por circunstancias que se van descubriendo, el más complejo y el que más me ha gustado. En momentos determinados dan ganas de estar junto a ella, abrazarla y decirla muy bajito al oído: “todo va a salir bien”. Somos conscientes de su pena y su culpabilidad, pero es el personaje que más comprensión e intimidad entabla con el lector.

En la novela aparecen más personajes, pero estos son los más complejos, es magistral la evolución que van sufriendo a lo largo de la novela. Darío Vilas consigue con su maestría que personajes a priori “normales” vayan madurando hasta un clímax más que sorprendente. Nada en “instinto de superviviente” deja indiferente, y aún después de meses de haberla visitado resucita en nuestra mente y vuelve a florecer regada por aquellos recuerdos.

No es que “instinto de superviviente” sea perfecta o redonda, que lo es, no hay flecos ni momentos que flaqueen, pero “instinto” es sólo una mota de polvo en un “desierto” más vasto. Darío nos muestra sólo lo que se podría ver a través de una mirilla, es el comienzo de un universo mayor, de una mitología que rogamos a Darío nos muestre en toda su magnitud. Esperamos que nos vaya iluminando con su “faro” y algún día lleguemos a esa utopía que es la isla de Simetría, donde no existe el mal y donde, incluso si existiera en el mundo real, todos quisiéramos ir a vivir.

No me importaría pasar varios días junto a Andrés, escondidos en ese sótano, si con ello puedo volver a sentir el éxtasis que me invadió al acabar la novela por primera vez.

Nunca dejaré de leerte. Mi novela de muertos vivientes. Gracias.

El Rasurador.

TITULO: INSTINTO DE SUPERVIVIENTE
AUTOR: DARÍO VILAS
EDITORIAL: DOLMEN
ISBN: 978-84-15296-07-2
ADQUIRIRLA:http://latrastiendaz.com/novelas-y-guias/109-instinto-de-superviviente-9788415296072

3 comentarios:

  1. Pues creo que no te defraudará en absoluto, amigo. A mi esta novela me encantó. Bueno, de momento de todas las reseñas que hay de Dolmen no hay ningún libro que no me haya gustado. Salvo la antología Z6, que no lo he leído aún, así que de ese todavía no puedo opinar.

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  2. Nunca dejare de recomendarla. De lo mejorcito que hay en literatura Z

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