La función esta a punto de comenzar. Asistimos a las aventuras de
dos adolescentes encerrados en un Instituto, Abel y Verona.
En el instituto donde viven estos muchachos hay zombis. Zombis
especiales, zombis originales, zombis denominados por ellos como parados. Estos parados están “invernando”, sin moverse,
hasta que algo les despierta. Estos seres habitan la planta baja del
instituto.
Asistimos a muchas atrocidades y sexo explicito disfrutado por
nuestros jóvenes, pero no son escenas mostradas aleatoriamente. “El manantial” tiene un argumento muy bien
construido, personajes muy profundos (Abel, desgraciadamente, se torna muy real)
y una ambientación que llega a absorberte. Estas allí también en ese viejo
Instituto (Otro personaje más: el propio edificio y sus
aulas).
“La verdad” se va descubriendo poco a poco, a mitad del recorrido
crees haber encontrado la playa con “la estatua de la libertad” pero aún
Alejandro Castroguer tiene desafíos que ofrecernos. Hay momentos realmente muy
buenos.
Es un placer en todos los sentidos. Las palabras, oraciones, los
párrafos de Castroguer contienen la esencia de los clásicos. Cada palabra tiene
su hueco reservado y no podía ser otro. Esta redacción impecable hace que nada
parezca soez, vulgar o fuera de tono, sintiendo a la vez el dolor y la euforia
por partes iguales.
La terminología creada para la ocasión, mezcla de tradición
religiosa y términos comunes, le da a la novela un halo de originalidad pocas
veces conseguido. Son términos
cotidianos llevados al extremo. Por navidad regalamos muñecos a nuestros hijos, y se divierten
y juegan con ellos. Abel también tiene sus propios muñecos y como cualquier niño también es
muy feliz jugando con ellos.
Al adentrarte en la novela sientes la claustrofobia, aun leyendo
con luz tu mente creerá que estas en penumbra. De vez en cuando miraras al
frente, alejado de esas letras, al creer estar rodeado por Abel y Verona en tu
propia habitación. Y no olvidemos a los parados que con su presencia añaden más
claustrofobia e inquietud a la novela, y en cierto sentido, son el eje motor de
las acciones de los muchachos.
Una última recomendación, si ven una cometa en lo alto de un
edificio, no se detengan, es mejor que sigan su camino. Es por la
supervivencia.
Estamos ante literatura pura.
El Rasurador.
TITULO: EL MANANTIAL
AUTOR: ALEJANDRO CASTROGUER
EDITORIAL: DOLMEN
ISBN: 978-84-15296-49-2
ADQUIRIRLA:http://latrastiendaz.com/libreria/78-el-manantial-9788415296492.html
Buenisima, dura, intensa. Te atrapa
ResponderEliminarA pesar de sus intensos pasajes de puro salvajismo, también hay cabida para el entretenimiento y la tensión. Una novela que me mantuvo absorbido unas cuantas buenas horas, aunque lo cierto es que en más de una ocasión tuve que torcer el gesto por lo que leía, pues ciertamente hay cosas no aptas para estómagos sensibles.
ResponderEliminarBuena resña compa!!! Bien estructurada y con un lenguaje perfecto para la reseña. Joder... te estoy reseñando la reseña, ya me vale!!! me ha encantado tu referencia al planeta de los simios. ¿No lo has leido? Pues ya estás tardando. Si te sorprendió el final de la peli, vas a flipar con el de la novela...
ResponderEliminarUn abrazo, y me la apunto.